Desde que en diciembre de 2010 se prohibió el consumo de cigarros en los espacios públicos en Burgos, España, ha ocasionado un descenso de 11% de los infartos y de un 15% de las consultas de asma infantil, según datos del Comité para la Prevención del Tabaquismo.

Lourdes Lázaro, neumóloga del Hospital Universitario de Burgos (HUBU)y responsable de la consulta de deshabituación tabáquica de ese centro, explica lo primero en lo que se iba a notar la no exposición al humo del tabaco sería en las enfermedades cardiovasculares, que involucran a órganos que se ven muy afectados por el monóxido de carbono y el efecto que provoca en ellos es muy agudo.

Al igual que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, pide a quienes sigan fumando que reflexionen sobre todo lo que se inhala y llega a los pulmones y en el organismo al encender un cigarrillo: más de 3.500 sustancias tóxicas para la salud y que de ningún otro modo nadie aceptaría inhalar o ingerir.

La consulta de deshabituación tabáquica del HUBU ha experimentado en este tiempo un cierto incremento de pacientes. Este punto se ocupa de ayudar a dejar de fumar a enfermos ingresados tanto en Neumología como en otras especialidades y recibe también a usuarios de Atención Primaria con especiales dificultades para controlar la adicción al tabaco y a los trabajadores del hospital.

Fuente: Diario de Burgos